Entendemos la Soberanía Tecnológica como la potestad que tiene el Estado en optar o elegir qué Tecnología implementar y/o desarrollar para lograr el bienestar y autonomía de su pueblo.
Ahora bien, mapeando las distintas soberanías: Alimentarias, Energéticas, Tecnológicas, etc. no cabe duda de que estas deben anteceder y/o acompañar a la más anhelada, la Soberanía Política.
Mal que nos pese, todas y todos nosotras/os en mayor o menor medida, desde mediados de los 70 hemos sido formateadas/os por políticas neoliberales. Estamos perdiendo la batalla cultural que venimos librando, corriendo serio riesgo en ser derrotadas/os.
Yendo a la que nos atañe, la Soberanía Tecnológica, en cuanto a los intereses externos a modo de ejemplo vale recordar las presiones que soportamos durante décadas de otros estados o potencias hegemónicas, tratando de imposibilitar nuestro desarrollo nuclear.
En el ámbito interno, daremos brevemente nuestro diagnóstico y propuestas.
Tenemos un Plan de desarrollo productivo, industrial y tecnológico 2030 que según su enunciado permitirá sacar 9 millones de personas de la pobreza a través de 10 misiones: 1. Economía Verde 2. Salud Nacional 3. Movilidad Sustentable 4. Equipamiento para la Seguridad Nacional 5. Alimentos 6. Digitalización 7. Minería Argentina 8. Modernización Industrial 9. Encadenamientos Productivos 10. Duplicar Exportaciones, movilizando el aparato productivo permitiendo resolver los desafíos sociales, económicos, tecnológicos y ambientales.
Observamos hoy en nuestra comunidad desorganizada 4 (cuatro) espacios o compartimentos estancos exprofeso: el político, la producción, el trabajo y el académico y/o científico tecnológico los cuales no permean, no se comunican entre sí e incluso cada uno cuenta con sus zonas de confort o “quintas”.
El Político: De máxima nos merecemos una nueva Constitución o una Reforma lo suficientemente profunda que evite el saqueo de los recursos naturales. El Estado debe volver a hacerse cargo de las prestaciones y empresas bajo su órbita que fueron concesionadas en los 90. Lograr escalabilidad en las políticas, haciéndolas fácilmente accesibles y que lleguen a toda la Nación. Fuerte impulso al Compre Nacional. Menos recomendar el uso de los portales de los distintos organismos y más acompañamiento en los centros de producción de las economías regionales, más cuerpo a cuerpo.
Trabajo: Capacitación para las/os trabajadoras/es sindicalizadas/os y no sindicalizadas/os, “in situ”, en el lugar donde se encuentre la fuente laboral y/o el desarrollo productivo, logrando un fuerte anclaje social. Esto permitirá que cuando vengan por algún organismo o empresa estratégica caso lo que paso con el INTI en la gestión anterior, no solamente salgan en su defensa sus trabajadoras/es sino toda la población. A modo de ejemplo muchas/os estudiantes de la UNSAM no saben dónde está ubicada la sede Migueletes.
Producción: Fuerte impulso a la Industria 4.0, fomentar la creación de empresas mixtas: público-privadas tanto a nivel nacional, provincial o municipal. Incubar pymes y cooperativas en vectores estratégicos facilitando su constitución y desarrollo, acompañándolas, capacitándolas. Menos capital financiero y más capital productivo.
Académico y/o Científico: Hay que alfabetizar tecnológicamente al soberano, generar formador de formadores, ir a buscar a las pymes y cooperativas, estas no frecuentan los claustros. Más vinculadores tecnológicos. Los gabinetes y laboratorios, tanto de las universidades como de los colegios técnicos, los cuales se encuentran muy bien equipados, ponerlos a disposición no solo del sector productivo sino de la comunidad toda. Menos teoría y más práctica. Más patas en el barro.
“Desde donde estés ayudanos a pelear por esta amada patria para que se recupere el trabajo, la vivienda y los placeres de la vida que son un derecho de todos” párrafo de una carta de Hebe recordando a Néstor Kirchner.
Ing. Carlos Norryh - Pymes Sur – Mesa Nacional de Unidad Pyme - Consejo Económico y Social Territorial CABA
