lunes, 29 de febrero de 2016

POST GLOBALIZACIÓN


LA POST GLOBALIZACIÓN
Por Norberto Colominas 
La reorientación de inversiones desde el norte desarrollado hacia la periferia capitalista que conforman el Asia Pacífico, América del Sur, Sudáfrica y Oceanía (donde se ubican los llamados países emergentes) es la plataforma que varios economistas de los Estados Unidos han dado en llamar post globalización.
Según ese razonamiento, si la globalización terminó al iniciarse la crisis económica mundial de 2008, la post globalización comenzó al año siguiente, cuando China decidió que dejaría de financiar una buena parte del déficit fiscal norteamericano mediante la compra de Bonos del Tesoro. Todavía tiene en cartera 2 billones de esos bonos.
Esa enorme masa de dinero, que hasta 2010 financiaba el alto consumo de la población de la primera potencia, es la que ahora sostiene la inversión directa de capitales chinos en los países emergentes.
Uno de los efectos directos que provocó la nueva situación es que ya no hay dinero para financiar el estado de bienestar, creado por la socialdemocracia europea a la salida de la segunda guerra mundial para frenar el avance del comunismo. Después del 2008 tampoco existe modo de sostener el boom de la construcción en Estados Unidos y España.
Otro fenómeno es el llamado outsorcing, o desplazamiento de los capitales de un país a otro, que ahora fluyen desde el norte hacia las regiones más variadas del sur, de modo que la Ford ha dejado de exportar automóviles a otros lugares del mundo y, en buena medida los importa ahora desde México, Corea y Brasil. En consecuencia, parte de los empleos del norte se trasladan al sur.
La crisis de la deuda externa y los abultados déficits fiscales de los países del sur de Europa también expresan el mismo fenómeno: una parte significativa del capital financiero internacional ha buscado otros ámbitos de inversión (financieros, productivos o comerciales) más confiables y sobre todo más rentables.
La economía estadounidense se recupera lentamente; la europea (salvo Alemania) y la japonesa todavía no han comenzado a recuperarse.
Decreció el crecimiento chino (caída de las exportaciones que han sido reemplazadas en buena parte por el aumento del consumo interno; retroceso de la Bolsa) del 10 por ciento al 6,5 por ciento anual (y aún así continúa siendo el mayor del mundo), en tanto que prosigue el crecimiento del resto de los emergentes, aunque a un ritmo más moderado debido a la crisis global. Este es el marco de referencia de la post globalización, que resulta una suerte de incipíente democratización del crecimiento económico a nivel mundial.
En ese contexto la Argentina surfea la ola, ahora desalentada por los precios de los granos (en baja) y sostenida por la recuperación de su economía en la última década, aunque frenada por la inexistencia de una burguesía industrial que sea capaz de sostener un proyecto de desarrollo que alimente una idea de nación independiente y soberana.
A casi 70 años de su nacimiento, hoy el peronismo comparte sus límites con la burguesía existente. Para peor esa burguesía, sobre todo el sector más concentrado, ahora ha recuperado el poder con Mauricio Macri, que enanizó a los seguidores de Juan y Eva.

viernes, 26 de febrero de 2016

Chequeras Terroristas...


Chequeras terroristas, emergencias industriales y el fin de la luna de miel - Diario BAE

Por Alejandro Bercovich
Cautelosos durante los primeros 75 días del gobierno, mientras dejaban desgastarse al resistiendoconaguantismo nostálgico que consideran funcional a Mauricio Macri, los gremios más poderosos se aprestan a salir a marcarle la cancha a un plan económico que empieza a golpear duramente a la industria. El almuerzo de ayer en la CGT Azopardo, donde Hugo Moyano escenificó su rechazo a la reforma de Ganancias que inicialmente había apoyado, también sirvió para que los sindicatos fabriles advirtieran al resto sobre las miles de suspensiones que pueden convertirse en despidos en cuestión de horas. Con la inflación lejos de amesetarse y sin más anclas a la vista que la salarial, la ronda de paritarias que comienza la semana próxima se asoma más conflictiva que nunca.
Subterráneamente, además, empresarios pyme de distintos rubros empezaron a presionar a las cámaras que los representan para que hagan pública la crisis en que los sumió el tarifazo energético, cuyos efectos secundarios nadie se ocupó de calcular.
La intendenta de La Matanza, Verónica Magario, le pasó el aviso a la gobernadora María Eugenia Vidal en la reunión que compartieron días atrás. Su distrito, el más populoso del Conurbano, no solo se convirtió este verano en la reserva ecológica donde se refugiaron kirchneristas degradados como Roberto Feletti y Débora Giorgi, sino también en uno de los polos industriales más castigados por la recesión y en un potencial polvorín social. Los miles de pequeños talleres de calzado e indumentaria radicados allí, según un relevamiento que hicieron sus propios dueños, vieron caer un 40% sus ventas por el efecto combinado de la caída del consumo y de la anunciada apertura de las importaciones, que animó a grandes cadenas como Zara y Walmart a suspender encargos que les habían hecho previamente.
Los primeros en recibir el golpe fueron los obreros que las pymes mantienen en negro, como variable de ajuste de sus planteles para épocas de vacas flacas. Pero en el mediano plazo, y si las grandes cadenas comerciales siguen recortando sus pedidos, lo único que sobrevivirá de los sectores más intensivos en mano de obra son los talleres clandestinos y el circuito informal que desemboca en La Salada y en los cientos de saladitas desperdigadas por el país.
La Cámara de la Industria del Calzado (CIC) todavía no hizo pública la situación porque teme que el Ministerio de la Producción deje caer la medida antidumping contra China que establece que si se importan pares de zapatos o zapatillas por menos de u$s 13,38, su comprador pague impuestos y aranceles sobre ese valor. La barrera, que intentan derribar las grandes marcas con proveedores en Asia y las grandes superficies comerciales, fue extendida en diciembre mediante una simple resolución. Años atrás, la propia Giorgi había amenazado con derogarla porque la cuestionaba la Organización Mundial de Comercio (OMC). Pero ahora que el país se abocó a hacer buena letra ante los organismos multilaterales para acceder al financiamiento externo que Alfonso Prat-Gay precisa como el agua y por el que apuró el acuerdo con los fondos buitre, esa protección se ve aún más amenazada.
De corceles y de aceros
Con esas alarmas como música de fondo e indicadores complicados como la caída de los despachos de cemento, acero y automóviles, un grupo de empresarios impulsa un reclamo para declarar una “emergencia industrial”, al estilo de la agropecuaria, que incluya un alivio fiscal similar al que obtuvo la megaminería metalífera con la eliminación de sus retenciones a la exportación. Con reservas y pese al apoyo explícito que varios de sus caciques brindaron al nuevo gobierno, la UIA picó en punta al advertir sobre otra espada de Damocles que pende sobre 6.000 fábricas medianas que emplean entre 80 y 100 operarios cada una: el brusco salto de sus costos derivado del tarifazo energético.
Antonio Caló se sorprendió cuando, al llegar a Rosario días atrás, los dueños de tres metalúrgicas de ese porte lo recibieron con sus últimas facturas de electricidad en mano. Lo que antes pagaban entre 100 y 130 mil pesos, ahora les cuesta 500 mil. Una suba porcentual algo mayor que la que sintieron gigantes como Aluar o Techint, que ya habían visto recortados sus subsidios, pero que ahora por primera vez elevó sus costos energéticos por encima de los de sus competidores brasileños.
Ya no se trata de conflictos enteléquicos ni de especulaciones sobre potenciales medidas. Acindar acaba de dar de baja un turno de producción y mandó a sus casas por 12 días a sus 2.800 operarios. Ternium-Siderar, del grupo Techint, también pactó suspensiones con la UOM y apagó uno de sus altos hornos. Y en Tenaris-Siderca, la planta de tubos sin costura de la familia Rocca, los 5.000 obreros van rotando en grupos de 800 para ser suspendidos cobrando el 80% de sus jornales.
La “T”, además, amenaza con una vendetta contra el otro holding de origen italiano que acaba de ganarle la licitación para construir los gasoductos troncales de Córdoba: el de Angelo Calcaterra, el primo del Presidente. La contratista se impuso en la compulsa mediterránea asociado a los mismos capitales chinos que proyectaron la represa santacruceña Kirchner-Cepernic con Electroingeniería. Ahora los chinos procuran importar desde su país los tubos para el ducto. Si lo hacen, le avisó Luis Betnaza a la UOM, Tenaris podría seguir los pasos de Acindar y paralizar su producción por 60 ó 90 días.
El Veraz de ISIS
En términos más macro, el problema es la ausencia de anclas: no hay ancla tarifaria (nadie pensó en los aumentos de “segunda ronda” que sobrevendrían al tarifazo), no hay ancla cambiaria (Prat-Gay quería congelar el dólar en $13 pero Federico Sturzenegger está dispuesto a llevar a sus últimas consecuencias el dogma de la independencia del Central) y tampoco hay ancla fiscal (aunque se la reclamen a Hacienda cada vez más airadamente los halcones como Carlos Melconian). La única que queda son las paritarias, como admitió el secretario de Comercio, Mike Braun, cuando un empresario le preguntó esta semana quién frenaría la inflación.
Sturzenegger y su equipo, que el jefe de la Asociación de Bancos definió como “el Barcelona de los economistas” apenas 60 días antes de que el sector volviera a anotar un mes récord de ganancias, dejaron subir el tipo de cambio de $13,10 a $15,60 entre enero y lo que va de febrero. Mientras los industriales y comerciantes que desfilan por el despacho de Pancho Cabrera lo culpan por las consecuentes subas de costos, el jefe del Banco Central enfrenta una dura embestida del gremio bancario, que instaló una carpa en la puerta de Reconquista 266 contra los despidos en el ente y que tapizó la City con afiches que recuerdan su condición de procesado por el Megacanje y exhiben a la vez unos enigmáticos zapatos de taco aguja junto a dos globos amarillos. ¿Acaso un mensaje cifrado sobre su esposa, recién designada como presidenta del Fondo Nacional de las Artes?
Prat-Gay apuesta a que tras el arreglo con los fondos buitre, que se anunciará en las próximas horas, Wall Street cumpla en aportar el financiamiento necesario para suavizar el ajuste por la vía del endeudamiento y así resucitar la economía en el segundo semestre. Para el acuerdo, además de la generosa oferta que hizo a los acreedores, contó con la ayuda del Tesoro estadounidense, que empujó a los fondos mejor reputados a aceptarla. Pero la relación con Washington, mucho más fluida desde el 10 de diciembre, enfrenta un obstáculo desde hace un mes: el desguace de la Unidad de Información Financiera (UIF), que este lunes dejó a 50 de sus técnicos en la calle y que quedó virtualmente paralizada el 26 de enero, tras el desplazamiento de todos sus vocales.
El nuevo jefe de la UIF, Mariano Federici, todavía no logró integrar el Consejo Asesor que debe intervenir en cada decisión del organismo antilavado. Si antes de la visita de Barack Obama al país se detectara una amenaza terrorista, por ejemplo, Federici tendría las manos atadas para emitir un Reporte de Financiación de Terrorismo (RFT) y así congelar los activos de los sospechosos. Es solo uno de los retrocesos que podrían empujar al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) a devolver a la Argentina a la “lista gris” de los países menos preparados para combatir el lavado. Los otros son el desmantelamiento de las oficinas de control del Central y la Comisión Nacional de Valores (CNV), que según las recomendaciones del GAFI deben actuar coordinadamente.
Lo que sí hizo a tiempo Federici fue desistir del recurso de apelación que había interpuesto la UIF tras el sobreseimiento de José Luis Monti, ex integrante de la Sala C de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, quien entre entre 2002 y 2006 mantuvo junto a su familia un millón y medio de dólares en una cuenta en Suiza del ING Bank. El juez, quien durante su magistratura falló varias veces a favor de sociedades offshore y quién laudó a favor del grupo Clarín en la causa Papel Prensa, quedó definitivamente libre de culpa y cargo.


martes, 16 de febrero de 2016

“Si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo”

                                                                                                           C.A.B.A 16 de Febrero 2016

PYMESSUR es una  es una Asociación Civil sin fines de lucro, cuyo principio rector es la defensa de la industria nacional, la producción, el trabajo, el acervo cultural y comunitario, la protección social de todos los habitantes de la Nación Argentina

A 60 días aproximadamente de iniciado un nuevo gobierno, observamos con mucha preocupación, como va delimitándose un modelo socioeconómico que excluye no ya el desarrollo de las pymes sino además propensa su extinción. El consumo interno motor durante varios años del comercio y  la industria, hoy se ve profundamente afectado por la caída del poder adquisitivo de los asalariados, hecho que impacta directamente en la producción, dicho factor, unido a una apertura indiscriminada de las importaciones condena indefectiblemente a la desaparición de pequeños y medianos fabricantes, retroalimentando un circulo vicioso al generar la eliminación de puestos de trabajo, implicando la caída una vez más del consumo con las consecuencias ya descriptas.

Como entidad y con fuerte identidad de empresariado nacional hacemos un llamado a todas las organizaciones afines,para, en conjunto manifestar nuestra disconformidad por la impronta que está tomando la economía, acorde al ideario neoliberal  de sus ejecutores, instando a nuestros gobernantes legítimamente elegidos por voluntad popular, a modificar su rumbo. Como decía Albert Einstein hoy una vez más en boga al probarse la existencia de las ondas gravitacionales Si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo  colapsaremos nuevamente (esto lo decimos nosotros)

Por la protección de la Industria Nacional
Por el mantenimiento de las fuentes de trabajo.
Por el apoyo a las Pymes, generadoras 75 % del empleo.

DT Nº 15 La naturaleza política y económica de la alianza Cambiemos


FEBRERO DE 2016

Este documento aborda el nuevo bloque de poder que sustenta al gobierno de Mauricio Macri a través de un análisis de sus intelectuales orgánicos, las alianzas sociales y las políticas implementadas. Asimismo, se realiza una primera evaluación del impacto de dichas medidas en la evolución del salario real y en la situación de pobreza e indigencia de la Argentina.

http://www.centrocifra.org.ar/publicacion.php?pid=92

sábado, 13 de febrero de 2016

EN PELIGRO

página 12

Por David Cufré

El sostén de la economía de los últimos años está tambaleando. El consumo interno registra desde hace tres meses una desaceleración notable, que en sectores industriales sensibles se transformó en caídas de hasta 20 por ciento. La industria frigorífica informó a mitad de semana que la demanda de carne retrocedió 7,2 por ciento en enero respecto de igual mes de 2015. La evolución negativa en las ventas impactó en la producción, con un descenso del 6,1 por ciento interanual. Otra cámara empresaria que describió el mismo cuadro preocupante fue la Asociación de Fabricantes de Cemento, que agrupa a las grandes empresas del sector: el mes pasado verificaron una baja de la demanda del 8,7 por ciento. Este es un rubro que el año pasado alcanzó niveles record de comercialización. El cambio abrupto en el comportamiento del consumo empezó en noviembre, antes del ballottage, con el anuncio de la devaluación de Mauricio Macri y Alfonso Prat-Gay, cuando decían que el dólar oficial no afectaba a nadie, y se profundizó en diciembre luego de concretada esa medida. Referentes pymes de los sectores de alimentos, textiles, calzados, marroquinería, electrodomésticos, metalmecánica y el comercio minorista aseguran que sufren una disminución de los pedidos de producción y un achicamiento en las compras que ronda entre 15 y 20 por ciento.
El cuadro recesivo no se configuró de la nada, sino que es consecuencia directa de las medidas económicas del Gobierno. Antes de la devaluación, la eliminación de controles estatales sobre la formación de precios, la quita de retenciones, el aumento de tarifas, la disparada inflacionaria, la suba de tasas y los miles de despidos la actividad económica y el consumo iban en alza, en tanto que la inflación venía descendiendo, según coinciden todos los consultores y bancos de la city. La explicación que dio la vicepresidenta, Gabriela Michetti, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera, en una reunión anteayer con cámaras de empresas pymes (Apyme, Cgera, Protejer, Aiera y la UIA de Escobar) fue que el ajuste era inevitable y que durará seis meses, tras la cual, no explicaron cómo, la economía volverá a repuntar.
El diagnóstico entre aquellos y otros empresarios es distinto, y sus proyecciones muestran diferencias de matices entre los muy pesimistas y los moderadamente pesimistas. La experiencia aún fresca del estallido de 2001, tras cuatro años de recesión, y la debacle industrial de los 90, que dejó tierra arrasada, enciende señales de alarma en los tableros de las empresas pymes. Atraviesan una situación que empieza a ser angustiante tanto por el veloz deterioro de las expectativas como por factores muy concretos: enfrentan un cuadro de aumento masivo de costos con declive de los ingresos, en un contexto internacional sombrío que inhibe también la salida exportadora.
Por el lado de los costos, el panorama es el siguiente:
- Subieron los precios de los insumos para la producción, en especial los que incluyen componentes importados. Los sectores de calzado y marroquinería, por ejemplo, sufrieron un encarecimiento del metro de cuero de 300 a 420 pesos desde la devaluación, un 40 por ciento. Otros insumos básicos como el acero, el vidrio, el cartón y los plásticos registran una evolución similar, impactando en la mayor parte del entramado industrial. En el rubro alimentos, la harina trepó más de 100 por ciento.
- Aumentó más de 30 por ciento el costo del financiamiento bancario y más del 50 por ciento el descuento de cheques en el circuito informal, por el que se están pidiendo tasas de hasta el 60 por ciento. Las pymes se quejan de una restricción en el acceso al crédito para capital de trabajo, en tanto que el Banco Central y la Superintendencia de Seguros bajaron o anularon la obligación de bancos y compañías de seguro de financiar al sector.
- El tarifazo energético multiplicará de tres a seis veces la factura en ese servicio. Será un golpe difícil de sobrellevar para actividades que requieren un uso intensivo de electricidad, tanto en la producción como en el área comercial. Una imprenta que venía pagando 1344 pesos recibió la nueva factura por 5190 pesos, 380 por ciento más. En otro caso, el salto fue de 2047 a 8411 pesos, 310 por ciento de suba. Los sectores de la metalmecánica, los plásticos, las fábricas con líneas de montaje mecanizadas, los frigoríficos, entre muchos otros, soportarán una disparada de la tarifa eléctrica. A nivel comercial, también llegará a panaderías, heladerías, autoservicios, fábricas de pastas y negocios con grandes vidrieras, dentro de una lista mucha más amplia.
- Las renovaciones de alquileres se plantean con subas del 30 al 60 por ciento, con ajustes semestrales.
- Servicios contables o de seguridad que contratan numerosas pymes tuvieron incrementos de entre 20 y 30 por ciento.
- Impuestos provinciales o municipales como el ABL están teniendo una actualización que va del 20 al 50 por ciento, según el distrito.
- Se encareció el plan de la AFIP para regularizar pagos de impuestos y aportes atrasados.
- Se espera un aumento del gas que llegaría a 250 por ciento.
- Los costos de transporte y logística están aumentando por arriba del 20 por ciento.
- Los trabajadores anticipan pedidos de recomposiciones salariales con un piso del 30 por ciento.
Para responder al desafío de un incremento generalizado de costos, las pymes se encuentran ante un decaimiento por el lado de los ingresos. En enero las cámaras sectoriales constataron bajas de consumo en unidades vendidas en una gran mayoría de sectores: electrodomésticos (-4,8 por ciento), golosinas (-4,2), perfumería (-3,9), bazar y regalos (-2,9), indumentaria (-2,7), muebles de oficina (-2,7), muebles de hogar (-2,6), alimentos y bebidas (-2,5), calzados (-2,5), deportes (-1,9) y ferreterías (-1,9). A nivel de fábricas, los despachos están cayendo a un ritmo superior. En indumentaria la estimación es de 20 por ciento, y en otros rubros como electrodomésticos y autopartes las bajas superan ese nivel.
La combinación de mayores costos con menores ingresos pone en peligro la situación laboral. Empresarios pymes advierten que los próximos 45 días serán decisivos. “Desde el 1º de marzo habrá fila en el Ministerio de Trabajo para pedir el procedimiento preventivo de crisis y el acceso al plan Repro”, señala un referente pyme, en referencia al programa creado durante el kirchnerismo para que el Estado cubra una parte del sueldo del personal privado. El mismo empresario sostiene que “nadie que haya vivido los 90 va a esperar a perder su patrimonio, el que tenga que despedir lo hará y el que vea que no se sostiene va a cerrar antes de llegar a la quiebra”. Durante el verano muchas empresas evitaron medidas sobre sus trabajadores, como reducción de la jornada de trabajo o suspensiones, por la menor actividad en vacaciones, pero en dos semanas esa situación cambiará y quedarán expuestos nuevos conflictos, avisa. “Si una empresa tiene que echar a un trabajador lo va a hacer antes de las paritarias, porque después se le encarecen las indemnizaciones”, alerta la misma fuente.
Los sectores pymes más afectados tienen una fuerte incidencia en el mercado de trabajo. La producción de indumentaria emplea de manera directa a unas 48.000 personas, en calzados y marroquinería son 42.000, en línea blanca llegan a 17.000, en maquinaria agrícola son 11.800 y en juguetes suman 1500, entre los rubros sensibles. La perspectiva en esos y otros sectores pymes es que la recesión, la caída del consumo y el avance de costos dejarán a muchos por el camino. Por ahora los empresarios sostienen que no se ha producido una avalancha importadora, pero señalan que grandes tiendas y supermercados bajaron –por ejemplo– los pedidos de textiles nacionales ante la perspectiva de mayores compras al exterior. Lo mismo ocurre en el mercado de reposición de repuestos de autos.
Más allá del relato oficialista, el gobierno con sus medidas está poniendo en riesgo el consumo interno, la producción y el empleo, mediante un ajuste que implica una enorme transferencia de recursos a sectores concentrados. La alianza Cambiemos había prometido recuperar el crecimiento económico, generar empleo y bajar la inflación. Sobre esto último, Macri avisó el miércoles, en un acto junto al supermercadista Alfredo Coto, que habrá que esperar hasta tres años. En los otros objetivos se observa la misma tendencia: en lugar de crecer, la economía empezó a caer, y lejos de haber más empleo, se multiplicaron los despidos y creció la conflictividad social.